Cinco técnicas de masturbación masculina
Masturbarse no tiene por qué razón ser un ejercicio
repetitivo y monótono. Acá ciertas técnicas de autogratificación para lograr
sensaciones diferentes.
Técnicas de masturbación masculina
Banana
La masturbación masculina no es únicamente un
sucedáneo de una relación íntima con otra (o bien otras) personas, sino más
bien un ejercicio de autoconocimiento y gratificación que, no obstante, al
considerarse tabú en nuestra cultura, poco se estudia claramente. Sin embargo,
existen sitios que se dan a la labor de usar el “kama sutra de la mano”:
técnicas que mezclan el ludismo y la fantasía para generar sensaciones
únicas.
La forma en que se describen estos métodos de masturbación
masculina puede ser un tanto técnico, más esperamos que sirvan más para
inspirar la exploración y la aventura sobre el propio cuerpo que para cursar un
examen en anatomía, y que además de esto los términos se van a explicar a sí
mismos (sobre todo en la práctica):
Simulación “oral”
Para simular la sensación de unos labios deslizándose
por la cabeza del pene es preciso lubrificar la erección y mantenerla con una
mano. Pone los dedos índice y medio de tu mano dominante juntos y de forma
horizontal, con la palma cara tu semblante. Presiona el bálano contra la
abertura entre los dedos, los que habrán de estar relajados, no tensos. Repite
esta operación hasta el momento en que una tercera parte del cuerpo del pene
haya pasado por la abertura, y después vuelve a la situación inicial. Naturalmente
hay que reiterar. Mantén la situación del pene poniendo la palma de tu otra
mano sobre el balano y oprimiendo suavemente.
Sábanas de seda
Tiéndete en cama y pone una sábana sobre ti, de
preferencia de un material suavísima y no rugoso. Sostén tu pene con una mano y
estimula (por fuera de la sábana) la cabeza del mismo con la otra mano. El
beneficio de esta técnica es que no precisas lubrificante, y te da una poderosa
sensación en el bálano, una de las áreas más sensibles del miembro masculino;
en verdad posiblemente no puedas mantener bastante tiempo esta estimulación
debido a la sobrecarga de sensaciones que vas a sentir.
El lechero
Forma un “anillo” en la base de tu pene con el pulgar
y el dedo medio de una de tus manos (los cuáles habrán de estar lubrificados
adecuadamente) y deslízalo durante la superficie del pene hasta llegar al
bálano. Cuando el anillo de una mano llegue al final del pene, forma otro
anillo con la otra mano y repite la operación. La idea es proseguir estimulando
cara arriba y jamás bajar.
Agarre de mono
Esta técnica marcha singularmente para alentar el
escroto con una mano mientras que te masturbas con la otra. Si tu mano
dominante es la derecha, en vez de mantener tu escroto con la mano izquierda
desde el lado izquierdo, pasa la mano izquierda sobre la muñeca derecha y
sostén el escroto desde el lado derecho. Semeja complicado, más si lo haces
adecuadamente (por lo menos la primera vez) se va a sentir tal y como si
alguien más estuviese manteniendo tu escroto.
La “vagina”
Utilizando el agarre de mono, recuéstate sobre uno de
tus costados mientras que mantienes firmemente el pene con las dos manos. En
vez de desplazar tus manos, en esta técnica es preciso desplazar la pelvis para
simular el movimiento de la penetración. La sensación es muy, muy diferente a
la de la masturbación “normal”, puesto que el cuerpo entero está implicado en
la estimulación. Fácil técnica, más eficaz.
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